Algunas fotos nos gustan; nos salen al encuentro y apretamos el disparador aún cuando no habrá nada nuestro en ellas. Simplemente estaban ahí y las tomamos en passant. En realidad, los fotógrafos de andar por casa no hacemos mucho más que eso. Nos limitamos a esperar que la foto se nos ponga delante.
Esta serie es del Retiro de Madrid, en una nevada de enero de 2010.
Esta es del embalse de Linsoles, cerca de Benasque, en el pirineo Aragonés. Para quien la esté viendo, tanto habría dado que los patos estuviesen volando en el estanque del Retiro. Hay fotos que pierden encanto porque no enseñan ni donde ni como fueron tomadas. Si se dice -y se cree- mola más.
Las hay que ganan precisamente porque no se sabe como se tomaron. Esta sí es del estanque del Retiro. Si se dice, mola menos.
Las hay, en cambio, que no pueden engañar -ni lo pretenden-, ni en un sentido ni en otro. Esta no digo donde fue tomada porque da igual.
Esta es del embalse de Linsoles, cerca de Benasque, en el pirineo Aragonés. Para quien la esté viendo, tanto habría dado que los patos estuviesen volando en el estanque del Retiro. Hay fotos que pierden encanto porque no enseñan ni donde ni como fueron tomadas. Si se dice -y se cree- mola más.
